Características del consumidor consciente

Si estás leyendo esto es porque seguramente te preocupa construir un mundo mejor y te gustaría convertirte, si no lo eres ya, en un consumidor responsable y más coherente con tus valores. Repasamos por qué tus costumbres a la hora de comprar pueden convertirse en la clave para apostar por la sostenibilidad y por alargar la vida del planeta fácilmente.

¿Cómo afectan las decisiones de compra y cuál es el impacto que tienen en la sociedad?

A la hora de comprar un producto es posible que apuestes por una marca que ya conoces o por un sabor determinado. Sin embargo, ¿te has parado a pensar en alguna ocasión de dónde proviene ese artículo o cómo se produce? Ambos factores son imprescindibles e inciden, de manera directa, en el aumento de la contaminación debido a la explotación masiva de los recursos y la aplicación de políticas de producción poco respetuosas con el medio ambiente.

El nuevo consumidor es más consciente de la necesidad de eliminar los intermediarios, de adquirir sus productos en comercios justos y apuesta, decididamente, por el comercio de proximidad tanto por su calidad como por la reducción de los niveles de contaminación que supone todo el proceso de venta de sus productos.

¿Por qué nuestras decisiones influyen en la demanda?

Básicamente, porque solemos comprar más de lo que el planeta tiene capacidad de generar. Si, además, elegimos seguir comprando en los supermercados de siempre los clásicos productos con envases de plástico que han viajado miles de kilómetros para llegar al lineal, todo parece indicar que será complicado reducir la polución.

Sin embargo, si comienzas a comprar en un comercio a granel, si confías en los productores locales, si vuelves al mercado de abastos y si no caes en las trampas del marketing que te sigue animando a que compres sin parar, quizá haya una oportunidad de convertir este planeta en uno más sostenible.

Solo así se conseguirá que el mercado cambie su tendencia al no tener clientes. Tendrá que amoldarse, de manera obligada, a ofrecer los productos de consumo habitual en nuevos formatos y a elegir mejor sus proveedores para poder estar a la altura de los requisitos de su clientela.

Son múltiples y quizá te sea más fácil entenderlas si dividimos, en distintos apartados, cómo se comporta al comprar, o al usar, los distintos tipos de productos que ahora se analizan.

Alimentos

El consumidor consciente apuesta por los comercios de cercanía, por los productores locales y por:

Reducir el consumo de carne. De adquirirla, elige siempre la procedente de granjas ecológicas y nunca de explotaciones ganaderas convencionales.
Elegir el comercio justo en caso de tener que comprar productos cuyo origen es algo más lejano.
Considerar la economía circular como la mejor opción.
Comprar en comercios que ofrezcan productos sin envasar.
Ser consciente del origen y del transporte de cada producto.
No caer en el error de comprar un artículo en un lineal en el que no resulta nada fácil conocer todos sus detalles y las consecuencias para el medio ambiente de su producción.

Medios de transporte

Este tipo de consumidor elige alternativas ecológicas como la bicicleta o los vehículos eléctricos. También prefiere viajar en tren antes que en coche o en avión. Igualmente, reduce el número de viajes todo lo posible y, de ser estrictamente necesario, viaja en transporte público.

Ropa y calzado

Quizá te sorprenda este dato, pero unos 330 millones de kilogramos de ropa y calzado se tiran a la basura en España cada año. Semejante cantidad es uno de los síntomas de que hay que abordar la compra de estos productos de forma distinta. Entre otros aspectos, puedes ser más responsable si:

Evitas comprar prendas de bajo coste fabricada en otros continentes en los que no se respetan las leyes básicas sobre contaminación.
Adquieres prendas o calzado a base de materias primas ecológicas.
Contribuyes con colectivos poco favorecidos para mejorar, progresivamente, su nivel económico.

Productos de uso común en el hogar

Es habitual pensar que adquirir un producto nuevo es más económico que reparar el que ya se tiene, pero recuerda que esta opción aumenta los niveles de contaminación debido a la fabricación y al transporte del nuevo producto. Gracias a Internet, hoy en día puedes encontrar todo tipo de vídeos explicativos para reparar cualquier cosa con una mínima inversión.

Viajes

El viajero responsable no solo elige los medios de transporte arriba indicados, sino que también evita visitar destinos turísticos demasiado populares, lo que contribuye a la destrucción del ecosistema correspondiente y a un aumento de una economía de mercado poco recomendable. El turismo colaborativo es solo una de las opciones a tu alcance para respetar el futuro del planeta.

Aparte de las mencionadas, puedes poner en práctica una serie de medidas muy eficaces para ser más consciente de lo que estás comprando y de cómo puedes apoyar la sostenibilidad:

Si tienes que viajar en coche, intenta hacerlo con todas las plazas ocupadas.
Lee las etiquetas de todos los productos envasados que vayas a adquirir. Quédate con los que hayan sido producidos más cerca de tu ciudad.
Vuelve al mercado, a los comercios de tu barrio y a las tiendas tradicionales.
Analiza tu compañía eléctrica. Algunas ofrecen energía de origen ecológico y, además, podrás ahorrarte una interesante cantidad de dinero en la factura.
No dudes entre ética y ecología. Ambos términos son casi sinónimos, por lo que intenta que cada producto o servicio que adquieras mantenga un interesante equilibrio entre ambos conceptos.

Recuerda que también es tu obligación intentar construir un mundo mejor para las generaciones venideras. Convierte cada compra en un acto de responsabilidad con el futuro y en el inicio de una nueva manera de amoldarte a una realidad que ya estás viviendo. Quizá te parezca complicado, pero es más fácil de lo que piensas escapar de las grandes marcas y tendencias de las empresas que controlan el comercio mundial. Sé más independiente y piensa cómo será el planeta dentro de 25 años si, como tú, todos comenzamos a preocuparnos ya por cambiar nuestras costumbres como consumidores.