El veganismo está consiguiendo cada día más adeptos y, hoy en día, se ha vuelto un estilo de vida. Además de utilizar frutas, legumbres y vegetales como la base fundamental de su alimentación, la filosofía vegana también incluye elegir la forma de vestirnos o cuidarnos según varias pautas. ¿Has oído hablar del cosmética vegana? En el siguiente artículo te contaremos qué es y cómo puedes reconocerla.
Hoy en día existen muchas empresas dedicadas por completo a ofrecer productos relacionados con la corriente vegana; se han dado cuenta que es un mercado que está en completo auge y quieren subirse a la ola lo antes posible. En el mundo de la belleza está ocurriendo una revolución, ya que cada día se ven más productos de cosmética con etiquetados relacionados con el bienestar animal o con productos ecológicos.
Condiciones para que un cosmético sea vegano
Que las marcas se alineen a esta filosofía es bueno para todos. El veganismo es un término que, aplicado al tema que nos ocupa, tiene como objetivo principal no incluir productos de origen animal como la miel o la leche. ¿Sabías que algunos productos utilizan cochinillas para dar color al carmín? No son pocas las compañías que utilizan insectos en sus cosméticos.
El discurso va incluso más allá. Aunque el cosmético vegano no incluya productos de origen animal, tampoco debe haber sido testado en animales. Cumplir con los estándares de bienestar animal es un asunto de especial relevancia para la gran mayoría de la sociedad y especialmente para los veganos.
Hace más de 17 años, cuando la Unión Europea comenzó a legislar en materia de bienestar animal, la nueva legislación prohibía a las empresas experimentar con animales para fabricar productos de belleza. Aunque la nueva norma apareciera en 2003, aún estamos muy lejos de conseguir el objetivo final. Desgraciadamente, hoy en día muchas corporaciones siguen sin cumplir la ley en materia de bienestar animal.
Sin embargo, si comenzamos a observar qué hay fuera del espacio europeo el panorama es aún peor, ya que más del 75 % de los países en el mundo permiten el testeo con animales. El veganismo es pieza fundamental en la nueva cosmética para erradicar el maltrato animal. Además, al estar fabricados con ingredientes de origen vegetal, las pieles y los cabellos notan bastante la diferencia.
Cómo saber si es vegano: etiquetado y certificados
Hoy en día no existe un sistema de certificación pública que asegure que los productos cosméticos veganos no han sido fabricados con productos de origen animal. A pesar de no existir organismos públicos que lo hagan, existen organizaciones privadas que se dedican a investigar si un producto cumple con el bienestar animal y su etiquetado está correctamente colocado.
¿Cómo saber si una crema para la piel es vegana? Muy sencillo. Solo tienes que prestar atención al etiquetado y fijarte muy bien en que no incluya productos de origen animal. Para que te hagas una idea, la mayoría de los cosméticos utilizan cera de abeja, lanolina de la lana de las ovejas, proteínas de seda de gusano o colágeno procedente de la materia ósea de algunos animales.
El pelo de jabalí, por ejemplo, se emplea en la fabricación de cepillos para el pelo o en brochas de afeitado. ¿Sabías que la leche de vaca o de cabra también es un ingrediente fundamental en muchas cremas hidratantes? Es importante leer muy bien la letra pequeña para advertir productos no deseados.
Cuando no te sientes satisfecho con lo que encuentras en las etiquetas siempre puedes buscar otras alternativas similares. ¿Conoces las propiedades hidratantes del aceite de coco? ¿Sabías que algunas empresas extraen el caroteno de las zanahorias para crear pintalabios? Como puedes comprobar, hoy en día existen distintas alternativas que aportan los mismos beneficios para el cuidado de tu salud.
Certificados veganos
Ya has aprendido que la clave principal para que un cosmético se considere vegano es que utilice ingredientes vegetales y no haya sido testado en animales. Pues bien, para que esto quede reflejado en el envase de un producto vegano es necesario que cuente con certificados que lo respalden. Como hemos dicho anteriormente, actualmente no existe certificación pública; sin embargo, existen sellos a los que sí podemos atenernos.
El certificado otorgado por la organización Vegan Society tiene como objetivo promover la filosofía vegana en todos los aspectos de la vida cotidiana. Bajo su sello, certifica que un producto es 100 % vegano y cumple con los estándares de bienestar animal. Si vas al supermercado y encuentras una crema para la piel con este sello, puedes estar tranquilo.
¿Conoces el etiquetado "cruelty free"? Es un término que significa 'libre de crueldad', el cual hace referencia a que un producto no ha sido, bajo ningún concepto, testado con animales. Dentro de este etiquetado podemos encontrar sellos de organizaciones como PETA (People for the Ethical Treatment of Animals), la cual intenta evitar que los animales participen de alguna manera en la creación de productos destinados al ser humano.
No pienses que es un certificado fácil de obtener. Las empresas que busquen tener ese sello en su etiquetado deben cumplir una serie de duros requerimientos. Los criterios para obtener el sello implican que la compañía sea totalmente transparente en todas sus etapas del proceso de producción del cosmético; el compromiso y la verdad son dos valores necesarios.
Otra organización que también otorga certificados de calidad es Leaping Bunny, la cual acredita que ni la marca ni sus distribuidores de materia prima trabajan con productos de origen animal. Buscan que, durante todo el proceso de producción del cosmético, cumpla con los criterios fijados y no prueben con animales.
Si la empresa está interesada en colocar este sello en su etiquetado, debe cumplir con todos los puntos. Además, las compañías deben renovar cada 2 o 3 años su contrato con los organismos certificadores para seguir disfrutando de sus sellos.
Si ya has claudicado a los beneficios de las cremas, geles y demás productos fabricados con ingredientes orgánicos, ahora ha llegado el momento de llevar tu compromiso un poco más allá.
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