El proceso de recuperación de la economía es posible de la mano de herramientas para luchar contra el cambio climático. Hay un gran número de oportunidades y, en la actualidad, se han fijado políticas de cambio energético en la recuperación verde. Es una necesidad liderar esta transición hacia una economía más sostenible.
Qué es la recuperación verde y cuál es su enfoque
Es un plan para luchar contra el cambio climático que cuenta con 50 medidas concretas. Sus principales objetivos son alcanzar la neutralidad en carbono en el año 2050, desligar el crecimiento económico del uso abusivo de recursos del planeta y reducir las emisiones hasta el 55 % en los próximos 10 años.
Para poder implementar estos objetivos, el 4 de marzo de este 2020 se propuso una Ley Europea del Clima con la finalidad de convertir el acuerdo político en un criterio imprescindible para todos. Has de tener en cuenta que combatir el cambio climático y la crisis poscovid requiere de una hoja de ruta común.
La recuperación verde se trata de la suma de alianzas internacionales y de compromisos para trabajar conjuntamente hacia un mundo mejor y para superar la situación actual. Tiene el objetivo de salir de la crisis económica ligada a la pandemia provocada por la covid-19 mediante la movilización de paquetes de inversión verdes. Estos han de actuar a modo de aceleradores de una evolución hacia un mundo con más neutralidad climática y lleno de ecosistemas saludables.
Has de saber que se están abordando objetivos ambientales y de reducción de carbono con un enfoque a largo plazo, ya que es la única forma de luchar contra los efectos del cambio climático.
Dicha transición energética a la que apuntan los Gobiernos de gran parte del mundo significa que es necesario apostar por una energía más limpia. Al mismo tiempo, se está promoviendo la creación de empleos relacionados con estas fuentes energéticas y la reducción de las emisiones de carbono.
El enfoque de la recuperación verde se basa en dirigir la sociedad hacia un nuevo modelo climáticamente neutral, resiliente, sostenible e inclusivo.
Cómo implementar la recuperación verde
Las medidas que se adopten y que respondan a la pandemia de la COVID-19 determinarán el presente y el futuro del planeta que habitamos.
Para ponerlas en práctica, es esencial alinear los programas de estímulo económico con los objetivos climáticos y sobre todo, con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). También es conveniente adoptar medidas que garanticen una estabilidad fiscal, monetaria y financiera. De este modo, será más fácil conseguir un crecimiento fuerte y sostenible.
No olvides que tú también puedes ayudar en tus acciones cotidianas: reducción del gasto energético, menor consumo de agua, reciclaje de la basura, etc.
Desde las instituciones y Gobiernos europeos están aumentando las muestras de apoyo a una recuperación verde. Estas son totalmente necesarias para cumplir con los objetivos fijados. Queremos destacar la importancia que tiene el papel de la financiación sostenible y la transición justa.
Haciendo referencia al sector financiero, se espera que cada Gobierno defina a lo largo de este 2021 el paquete de medidas de estímulo exactas y que estas estén alineadas con la descarbonización para llegar a los objetivos de la Agenda 2050.
La coordinación de personas, organismos e instituciones es el único modo de avanzar hacia una economía más verde y de superar la grave crisis económica, ambiental y social que estamos atravesando.
Políticas y aspectos relevantes
Hoy en día, cada vez más organizaciones muestran su apoyo a las actividades innovadoras de bajas emisiones y dan subvenciones a proyectos con futuro. Esto hace que las empresas empiecen a desarrollar modelos de negocio más sostenibles en los que el planeta es una prioridad.
A modo de ejemplo, a nivel europeo se están proponiendo inversiones que sean capaces de generar un nuevo modelo económico que tenga en cuenta principios más justos y ecológicos. También medidas que se empezarán a aplicar este 2021 y que tienen como prioridad la protección de la biodiversidad y la transformación del sector agroalimentario. De esta forma, es posible crecer como sociedad, generar más empleos y mejorar el estilo de vida de todos.
Otro objetivo es la aceleración de la transición de la industria de los combustibles fósiles. Para ello, numerosos colectivos y profesionales (directores generales, eurodiputados, federaciones sindicales, asociaciones empresariales...) han decidido empezar a compartir conocimientos, intercambiar experiencias y crear sinergias.
Este 2021 se seguirá fomentando la fabricación de automóviles eléctricos (una iniciativa clave para que la contaminación disminuya) y también los paquetes de recuperación económica que incluyan el soporte directo para tecnologías e infraestructura de cero emisiones.
Otro desafío para conseguir una recuperación verde consiste en movilizar la inversión privada hacia proyectos que apoyen una economía sostenible y resiliente. Para facilitar esto, los Gobiernos darán definiciones precisas y coherentes del significado de las inversiones verdes. Así, se incentivará al sector financiero para que el capital invertido sea beneficioso para los intereses de la agenda sostenible.
El objetivo principal de esta recuperación es aumentar la confianza en estas inversiones para que cada una de ellas cumpla con los criterios del Pacto Verde Europeo, con los compromisos del Acuerdo de París y con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU.
Sin duda, alinear todos los esfuerzos actuales generaría importantes ganancias socioeconómicas a nivel global y sería un enorme paso para salir de la crisis del coronavirus.
Los compromisos que se están adoptando en los foros internacionales se han convertido en una prioridad, pero estas decisiones también requieren del trabajo conjunto de toda la sociedad. Se necesita tu colaboración, la del Estado y la de las empresas para que haya una gran concienciación social.
En resumen, se puede salvar el planeta gracias a la economía verde. La crisis de la covid-19 ha dado lugar a un gran abanico de oportunidades que están a tu alcance. Cada vez más personas son conscientes de la necesidad de aplicar transiciones que sean limpias, pero, sobre todo, inclusivas y aplicadas a largo plazo para poder hacer frente a la crisis climática.
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