Seguramente habrás oído hablar del peligro que suponen para las especies acuáticas los plásticos y los microplásticos en mares, ríos y océanos. No son dañinos solo para ellos, sino también para el cuerpo humano cuando los usamos en forma de cosméticos. En ese caso, estamos hablando de los microplásticos. ¿Pero qué son exactamente estos plásticos? ¿Por qué son tan perjudiciales para nosotros y para el medioambiente? Te lo contamos a continuación.
¿Qué son los microplásticos?
Los microplásticos son fragmentos sintéticos de tamaño inferior a 5 mm. Debido a su pequeño tamaño, son prácticamente invisibles, pero se encuentran en muchos productos que utilizamos cotidianamente, como artículos de limpieza, pinturas plásticas, detergentes y cremas.
Tienen forma de esferas muy pequeñas y pueden ser de distintos colores. No son solubles en agua y tienen un nivel muy bajo de degradabilidad, aunque su tamaño puede reducirse por la erosión del agua, el viento, los efectos de altas temperaturas o la luz del sol. Sin embargo, por su baja degradabilidad no llegan a deshacerse del todo y se expanden por la naturaleza (normalmente el mar) con la misma composición química.
¿En qué producto puedes encontrar microplásticos?
Se localizan en muchos más productos de lo que puedes imaginar. Los protectores solares, exfoliantes faciales y corporales, geles de ducha, ropa sintética (nylon, poliéster, acrílico...), jabón, pasta de dientes, envases, pescados y mariscos, cerveza, sal y hasta el agua potable.
Y estos son solo algunos ejemplos. Así que parece inevitable convivir con los microplásticos. ¿Pero cuáles son las consecuencias para nuestra salud y el medioambiente? ¿Cómo podemos evitarlos? A continuación, te lo explicaremos.
Consecuencias medioambientales de los cosméticos con microplásticos
Como podrás imaginar, los microplásticos acaban vertidos en las aguas residuales cuando nos duchamos o los excretamos al consumirlos en alimentos. Aunque, como luego veremos, algunos también interactúan con nuestro organismo.
Por medio de estas aguas llegan tanto a ríos y mares como a los suelos, de forma que también pueden ser absorbidos por los vegetales. Muchos quedan disueltos en el agua, que es la manera en la que volvemos a consumirlos en el agua potable. Y es que, al ser microscópicos, muchos sobreviven a los procesos de las depuradoras, a pesar de sus avanzados sistemas de filtración.
Pero lo peor de las fibras microplásticas es que tienen potencial de acumularse en grandes cantidades en el mar. Cada año, entre cinco y 13 millones de toneladas de microplásticos terminan en el mar. Así, aumenta su toxicidad, ya que las partículas de microplásticos absorben toxinas marinas que se mezclan con las sustancias químicas del plástico.
Por eso, estamos viendo ya los efectos de los daños que tienen en la vida marina. Como somos tantas personas en el planeta consumiendo y deshechando microplásticos de manera inconsciente, el efecto es ya notable, preocupante y puede afectarnos también a nosotros. A continuación, te damos algunos ejemplos de lo que está ocurriendo:
- Los peces y mariscos ingieren microplásticos al confundirlos con alimento, y así los transfieren a los humanos. Los científicos ya han detectado microplásticos en 114 especies acuáticas.
- Los microplásticos dañan a la fauna acuática, causándole obstrucciones intestinales y dañando su apetito, de manera que impiden su crecimiento y afectan a su capacidad reproductiva.
- Está científicamente demostrado que algunas especies de peces sufren daños hepáticos y ponen menos huevos si viven en aguas con altas concentraciones de microplásticos, como frecuentemente ocurre ahora.
- Además, al ser arrastrados a los ríos y mares, algunos microplásticos se acumulan en la superficie, evitando el intercambio gaseoso entre el agua y el aire, lo cual altera la presencia de oxígeno y dióxido de carbono en el agua, tan importante para la vida marina.
- Otro problema de los microplásticos es su bioacumulación. Como no se degradan, cada vez que se añaden más microplásticos a este ciclo habrá más concentración de ellos en ríos, mares, suelos... y en los organismos vivos.
Las consecuencias del uso de microplásticos en la salud humana
Pero las partículas microplásticas no solo afectan a la vida acuática, sino también a los seres humanos.
Muchos microplásticos son disruptores endocrinos, es decir, interfieren en nuestro equilibrio hormonal. También provocan otros efectos, como alteraciones en el desarrollo cerebral de fetos y niños, pueden causar cáncer y malformaciones congénitas. Normalmente, los efectos dependen de la dosis, como se ha comprobado en los animales de laboratorio. Pero en humanos esto es difícil de investigar, ya que no se puede pedir a nadie que ingiera microplásticos de forma voluntaria.
Por suerte, todo indica que los microplásticos tienden a permanecer en el intestino de los peces y no pasar al tejido muscular, y no hay que olvidar que el pescado es muy saludable para nuestro sistema cardiovascular y nos aporta nutrientes difíciles de encontrar en otros alimentos.
Los microplásticos en los cosméticos
Marcas de cosméticos de empresas conocidas como Avène, The Body Shop, Max Factor, Nivea o L’Oreal añaden conscientemente microplásticos a sus productos. Estas sustancias quedan adheridas en la superficie de tu epidermis, impidiendo su correcta respiración y taponando los poros de tu piel. Además, muchos liberan disruptores endocrinos como los ftalatos, dañando así tu sistema hormonal, como habíamos visto en el apartado anterior.
Principales microplásticos que puedes encontrar en cosméticos
Afortunadamente, puedes reconocer estos microplásticos leyendo los ingredientes de los cosméticos. A continuación, te damos una lista con los microplásticos que a menudo se encuentran en cosméticos:
- Polietileno (PE).
- Tereftalato de polietileno (PET).
- Nylon-6.
- Nylon-12.
- Poliuretano (PUR).
- Polipropileno (PP).
- Copolímero Acrílico (AC).
- Polímero cruzado acrílico (ACS).
- Poliacrilato (PA).
- Polimetacrilato de metilo (PMMA).
- Poliestireno (PS).
- Poliacuaternio (PQ).
Te recomendamos que revises todos tus cosméticos, desde los habituales geles de ducha, cremas hidratantes, maquillaje... hasta los productos de cuidado de lentillas o desodorantes.
La alternativa sin microplásticos: la cosmética natural
Para asegurarte de que los cosméticos que compras no tienen microplásticos, apuesta por la cosmética natural. Busca los sellos de certificación ecológica, biológica y similares en los envases de los productos, averigua si provienen de organismos fiables y así sabrás con seguridad que ni el cosmético ni el envase contienen microplásticos, y que no se han utilizado en su protección.
En compraetica.com creemos que un mundo sano y más ecológico es sinónimo de bienestar y belleza, así que, ¡no dejes de leernos y anímate a comprar cosmética natural!
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